Un hogar lejos de casa.
Somos una iglesia bíblica, no confesional en la isla de Malta, sirviendo a personas de diferentes nacionalidades del mundo como un lugar en el cual pueden hallar un pedacito de su propia cultura y el abrazo sincero de otros extranjeros y nacionales que se reúnen en el nombre de Cristo unidos por Su amor y sobre el fundamento de Su Palabra.
Visión:
Que cada persona añadida por Dios para salvación a nuestra comunidad se convierta en un creyente, que venga a ser un discípulo que mediante el bautismo en aguas y en el Espíritu
halla conexión con el cuerpo de Cristo para crecer en conocimiento de la palabra de Dios, la comprensión de su propósito y destino en Cristo Jesús y el ejercicio de su llamado hasta convertirse en un ministro que hace discipulos (Efesios 4:11-16).
Misión:
Proveer a los miembros de la comunidad un ambiente multicultural primordialmente fundamentado en la enseñanza Bíblica del Evangelio de Cristo, de carácter internacional e inter-denominacional en el que los creyentes encuentren un espacio que se adapte a su propio trasfondo étnico y cultural (Marcos 16:15-18), en el que puedan desarrollarse (Mateo 28:18-20) hasta alcanzar la plenitud en el cuerpo de Cristo (Efesios 4:13).
Objetivos Generales:
Crear espacios para fomentar la unidad de los creyentes de la Iglesia Universal dentro de grupos étnicos (Apocalipsis 7:9) que funcionan como pequeñas congregaciones o rebaños donde la identidad y la asociación cultural se convierten en un punto de encuentro para la adoración, la comunión y el culto racional al único Dios.
Perseverar en la enseñanza fiel de la palabra de Dios, sin adoctrinamiento religioso alguno, sino mediante la predicación del Evangelio (Marcos 16:15), el discipulado (Mateo 28:19) y el escrutinio constante del texto Bíblico (Juan 5:39), sometiendo toda enseñanza, idea o concepto a su luz y sujetando nuestra fe a los principios que éste enseña.
Permanecer constantes en la enseñanza de los apóstoles, la comunión, el partimiento del pan y la oración, alabando a Dios y hallando el favor de nuestra comunidad, con la plena seguridad de que el Señor añadirá a su iglesia los que han de ser salvos (Hechos 2:46-47).